2.- EL ANTIGUO CONVENTO DE SANTA ANA.

Situado junto a la plazuela que hoy lleva su nombre, sus dependencias son, después de la desamortización de 1820-35 y venta en la década de 1840, dos casas particulares (de Nicolás Merino, el convento propiamente, y de Felix Díez la capilla o Iglesia); en la fachada todavía puede observarse la traza de la antigua edificación.

 

FUNDACION DEL CONVENTO.

Las noticias que tenemos proceden de una copia o "traslado" del original, hecha en 1628, a petición del nuevo Conde de Salazar, por un escribano real (Juan de Salamanca), ya que el que escribano titular estaba "enfermo e impedido e baldado de pies y manos".

El convento fue fundado por Don Bernardino de Velasco y Aragón, y su esposa doña María Laso de Castilla, Condes de Salazar y señores de Castrillo-Tejeriego, en Madrid, el día 9 de Septiembre de 1619, ante el escribano Juan de Santillana.

Los frailes con quienes se concertó la fundación fueron los llamados "Clérigos Menores de San Francisco Caracciolo", orden fundada en Italia en 1588, y de la que hoy no se conoce presencia en España, al menos en Castilla. Tenían sin embargo un convento en la Carrera de San Jerónimo (actual Congreso de los Diputados) y ello debió de influir en la elección de don Bernardino, que era vecino, pues vivía en una casa cercana, en la Carrera de San Jerónimo, esquina a la Calle de El Lobo, hoy Echegaray).

Esta orden fue fundada en Nápoles por Juan Agustín Adorno, caballero genovés, junto con San Francisco Caracciolo, con la aprobación de Pío V, ratificado en 1591 por Gregorio XIV, y después por Clemente VIII y Paulo V. La primera casa en España fue fundada en Madrid en 1599 y se llamó del Espíritu Santo.

Comparecieron representados por el Prepósito Provincial de la Orden Padre Andrés González, y varios asistentes más.

El escudo y anagrama de la orden es el siguiente:

 

 

Los frailes recibieron el Colegio de Santa Ana, que los condes habían fabricado a sus costa, consistente en Casa, Capilla Mayor, Iglesia, moradas y oficinas, con todo el sitio y lo a él anejo.

Además reciben una serie de rentas para su sostenimiento, consistentes en las rentas de 1200 ducados (equivalentes a 450.000 maravedíes) en metálico y 100 fanegas de trigo. La mitad de esa renta la percibirían de la Casa de Pastrana y la otra mitad de las Alcabalas (impuesto de las ventas) de la Ciudad de Toledo. El trigo lo recibirían anualmente, así: 68 fanegas de la villa de Santoio, y 32 de San Cebrián de Mazote.

 .- Los 600 primeros ducados los tenían a censo, es decir en una especie de préstamo, a razón de 20.000 maravedises el millar. En este caso el censo había sido constituido entre el Conde de Salazar, que entregó el dinero y Don Rui Gomez de Silva y Mendoza, Duque de Pastrana, que lo debía el 12/4/1613. Ese censo fue dejado por el Conde de Salazar a los Clérigos Menores, que lo percibían como una renta anual.

El censo (de los llamados consignativos) consistía en esencia en un préstamo que una parte hacía a la otra a cambio de la obligación de pagarle unos intereses por tiempo indefinido en tanto no se redimiera el censo, es decir se devolviera el principal. Se solía hablar para referirse al tipo de interés, que era un censo "a razón de 20.000 maravedises el millar", es decir que para dar 1000 de renta se necesitaba un principal de 20.000; hoy diríamos que su tipo de interés era el 5%.

Respecto de los 600 restantes había un "Juro" es decir un privilegio para cobrar con cargo a unos impuestos. En este caso el Juro recaía sobre las Alcabalas de la ciudad de Toledo. Las alcabalas era un impuesto sobre las compraventas, similar al hoy conocido como Derechos Reales. El juro entregado a cambio daba 369.760 maravedíes anuales de renta.

Además dejan para la sacristía del convento, el oratorio, imágenes, reliquias y demás objetos de culto que se hallaren sus casas al tiempo de su fallecimiento, más las alhajas y cosas necesarios para adorno del Colegio y su oficinas; igualmente se obligan a mantener reparado el Convento, los condes o sus sucesores.

Como contrapartida los religiosos se comprometen a :

- Reconocerles como Fundadores y Patronos del convento.

- Que puedan ser enterrados sus cuerpos y huesos, así como los de sus herederos en la dicha Capilla Mayor del convento.

- Que puedan poner los escudos de sus armas los "Velasco", en cualquier parte del Colegio.

- Que se les digan misas cantadas (por al menos cuatro sacerdotes) todos los domingos del año y en determinadas fiestas.

- Que tengan todos los días hora y media de oración mental por los señores condes y sus padres (1 hora por la mañana y otra por la tarde); así mismo se les ha de decir dos letanías de Nuestra Señora, una por la mañana y otra por la tarde, con su antífona y cinco oraciones.

- Todos los días han de rezar un "paternoster" y un "ave maria" al fin de la comida, de la cena, y del día.

- Que haya 12 religiosos, de los cuales cinco han de ser sacerdotes: el Padre Prepósito (o superior), Vicario, Lector, Maestro de estudiantes y Predicador. Los restantes pueden ser hermanos legos. Para ello se ha obtenido autorización de Su Majestad el Rey y de su Real Consejo; se ha calculado la renta de 100 ducados por fraile.

- Que puedan asistir a las clases dos estudiantes del lugar o de la comarca, uno de los cuales puede ser nombrado por los Condes o sus sucesores; las clases han de ser, necesariamente, de Teología, Leyes y Artes; que al final haya conclusiones presididas por el Padre Lector.

- Que no puedan celebrar entierros, misas, bautizos, etc, ... ni celebrar la misa mayor del domingo a la misma hora que la de la Parroquia.

Para mayor seguridad de lo dicho ratifica la escritura el posible sucesor de los condes (que no tienen hijos) su hermano Don Luis de Velasco, Marqués de Belveder, General de la Caballería de Flandes, miembro del Consejo de guerra de Su Majestad.

Además, los condes de Salazar hipotecaron las casas en las que moraban, en Madrid, "do dicen Carrera de San Jerónimo, que lindan con la calle del Lobo".

Fue testigo, entre otros, el alférez Pedro Arias del Castillo.

 

NOTICIAS POSTERIORES.

A partir de su fundación aparecen noticias del convento en diversos momentos y circunstancias relacionadas todas con la vida de Castrillo-Tejeriego. Algunas de ellas son las siguientes:

- A destacar la vinculación con la Cofradía de Capilludos.

En 1619, nada mas fundarse el convento, se apunta como cofrade el Padre Clemente Bolaños, presidente o prepósito de dicho colegio.

En 1622 aparecen dos religiosos más como cofrades de Capilludos, son los padres Antonio y Basilio de Rojas. En 1623 también se apuntan el Padre Andrés de León y el Hermano Juan García. Dos frailes más en 1624;y en 1625 lo hacen el Padre General de la Orden (Joan de Guevara), el Padre Provincial (Juan Vélez) y otros 26 frailes más; en 1638 se apuntan el Padre Pedro González y el Padre Pedro de la Cruz, y así sucesivamente.

- El 12/03/1695 el Padre Fray José-Antonio de Donis, Prepósito del Convento de Santa Ana fue objeto de un milagro, según se recoge en los milagros de Capilludos. Hallándose enfermo con un "profundo y pertinaz letargo", que duraba ya tres semanas sanó al contacto con un manto de la imagen; por ello mandó pintar un cuadro en el que se le representaba dando gracias por el favor concedido.

- Así mismo los Padres Francisco Moralejo Cabello y Sebastián de Frías dejaron escrito otro milagro en diciembre de 1625 relativo al aceite de la lámpara de la ermita, que se describe en el apartado de milagros de la Virgen.

Son todos ellos ejemplos de esa vinculación con la Virgen de Capilludos; sin embargo las relaciones con la Iglesia no fueron por buen camino al principio como veremos.

- En 1633 se ordena por el visitador del obispo (Juan de Ayala) a los curas de la parroquia que no presten ornamentos a los Clérigos Menores porque se gastan y además se quedaron con una Cruz de Plata, aunque reconoce que entregaron a cambio un Piscis de plata y un atril.

- A veces aparecen como padrinos o testigos de bautizos. Así el Padre Prepósito Pedro López y el Padre Predicador Mayor Manuel Frías son padrino y testigo del bautizo del niño Gregorio Cortijo Pérez en 18/11/1807. En algún momento llegan a sustituir temporalmente al párroco: en 1708, al realizar un inventario de la Iglesia interviene el Padre Bartolome de Paulis, en ausencia del Padre Juan de los Reyes, Prepósito. En 1820 interviene el Padre Felipe Blázquez.

- También intervienen en otras cofradías: en 1710 el Padre Diego Mosquera era el cura de la Cofradía de las Ánimas; predican el día de la función o fiesta: en 1728 para la Cofradía del Rosario; se paga al padre predicador con una polla para su comida.

- En los protocolos del escribano de Castrillo, casi todos los años aparecen los frailes dando un poder a favor de un tercero para que puedan cobrar las rentas que les corresponden.

- El 13/11/1666 ante el escribano de Castrillo (Francisco Pérez Zuazo) otorgan los frailes del convento un Poder a favor del padre provincial de España para que pueda concertar un trueque o permuta con el Duque de Pastrana y del Infantado de forma que el censo (o derecho de cobro) que tenían los frailes contra el Duque se cambia por un Juro (especie de título de la deuda pública actual) contra el servicio de millones de Valladolid. Se firma dicho acuerdo el 8/9/1667.

En cuanto a la vida interior del convento sabemos que había un altar privilegiado dedicado al Santo Cristo, pues en 1669 Andrés Gómez, de Villanueva, manda en su testamento que se digan misas en dicho altar. San Cayetano (o "San Caitano" como se le conoce popularmente) era un santo que tenía otro altar y pasó luego a la parroquia.

En la Capilla Mayor, debajo del altar mayor, estaban enterrados los fundadores citados. Así cuando en 3/4/1726 llega el enviado de los Duques de Frías y Condes de Salazar, se dice que el convento y capilla está al lado del Palacio. Se avisa al Padre Pedro Barez, prepósito, que baja a recibirle a la portería y luego suben a su cuarto y celda; confirma que está enterrado en la bóveda, debajo del altar mayor el condestable Don Bernardino de Velasco y Thobar según atestiguan papeles muy antiguos; luego bajaron a la capilla y rezaron y el representante del duque se sentó en el lugar que correspondía y cogió tierra de la capilla, en señal de posesión.

No obstante creemos que el enterrado debía de ser el fundador Don Bernardino de Velasco y Aragón, Conde de Salazar, pero no el Condestable citado; además de nacer en Castrillo (probablemente), demostró toda su vida un gran apego al pueblo como se muestra con la fundación del convento.

- El convento tenía un huerto rodeado de tapias, que frecuentemente aparece en la descripción de las fincas colindantes.

- En 1752 en las Respuestas Generales al Catastro del Marqués de la Ensenada (respuesta número 39) se dice que existe el Colegio de Santa Ana con 9 religiosos.

EXTINCION.

La vida del colegio o convento debía transcurrir siguiendo el pulso de la vida del pueblo; sin embargo en 1820-3 y definitivamente en 1835, merced al decreto de desamortización, llamado de Mendizábal, se pusieron en venta por el Estado todos los bienes de religiosos, y los frailes hubieron de abandonar el convento.

Finalmente en 1844 fue subastado y vendido el huerto con colmenar; He aquí los principales datos de dicha subasta:

La Huerta tiene 528 estadales, (unos 4000 metros cuadrados) y el colmenar, que está dentro de la huerta, es de mampostería y tiene 440 pies cuadrados (unos 6 metros * 6 ) y 27 varas cúbicas, y 10 pies de colmena.

LINDEROS: Norte calle pública, Este, huertas de Víctor Pérez y Juan Recio, y Sur y Oeste, Duque de Frías (lo que actualmente conocemos como tierra del Palacio) .

TASACION: 802 reales.

PRECIO adjudicación: 5.000 reales.

FECHA subasta: 22/XII/1844.

ADJUDICATARIO: Basilio Cuesta.

Del croquis existente, en el que se perfila el hueco del edificio, se puede deducir que la zona conventual era un cuadrado edificado: el convento situado a la izquierda o Este, y la Capilla estaba situada a la derecha, siendo más alargada o con mayor profundidad.

Desconocemos, sin embargo a quién se adjudicó el edificio, junto con las alhajas y ornamentos; aunque los más probable es que pasaran a la Iglesia Parroquial. Desde luego, la documentación fue incautada y hoy día se encuentra en el Archivo Histórico Nacional, (Sección Clero, legajo 7535); aunque la mayor parte son documentos de poco interés por ser de orden interno.